(Publicado por https://www.df.cl/, 09-06-2022)
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En las últimas semanas, las familias Paulmann y Yarur realizaron transferencias a familiares por millonarios montos. Firmas especializadas detectan un mayor interés en las reestructuraciones familiares ante inminente encarecimiento de estas operaciones.
En las últimas semanas, dos familias empresariales (los Paulmann, ligados a Cencosud; y los Yarur, controladores del BCI) hicieron noticia por las millonarias donaciones que realizaron a familiares.
A fines de mayo, el presidente de BCI, Luis Enrique Yarur, solicitó la autorización para hacer una donación de más de 1 millón de acciones que tiene del banco y de $ 7.470 millones en efectivo a sus nueve hijos. El paquete de acciones fue valorado en más de $ 36.120 millones (US$ 43,8 millones).
Mientras que a inicios de junio, los hermanos Manfred y Peter Paulmann iniciaron los trámites ante la justicia para donar más de $ 20.000 millones a sus hijos. En abril, su hermana y presidenta del holding supermercadista, Heike, había solicitado autorización para donar US$ 3,2 millones a cada uno de sus cuatro hijos (US$ 12,8 millones en total).
Dichas transacciones están afectas al impuesto a las herencias y donaciones.
Y justamente el factor tributario sería clave para explicar las operaciones, debido a que el gobierno se apresta a ingresar al Congreso la reforma tributaria, texto que entre varios de sus cambios contempla modificaciones al gravamen a las herencias y las donaciones, haciendo más caras dichas transacciones.
Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), en el año comercial 2020 el gravamen a las herencias y donaciones le significaron ingresos al Fisco por US$ 222 millones, a través de 80 mil declaraciones recibidas por los contribuyentes.
El gravamen considera un tributo escalonado -de ocho tramos- a los traspasos de patrimonio tanto en vida como para los supervivientes del donante. El punto de partida es desde 1% para transacciones de hasta 80 Unidades Tributarias Anuales (UTA). O sea, $ 55,2 millones; y va hasta 25% para las herencias y donaciones superiores a 1.200 UTA (más de $ 828 millones).
Más transacciones
Entre las firmas especializadas en impuestos han percibido un auge en la tramitación de procesos de donaciones y herencias de parte de contribuyentes de alto tamaño, anticipándose a los ajustes a la normativa.
Así lo cree el socio y director del Área Tributaria de Arteaga Gorziglia, Andrés Ossandón Spoerer: “Las consultas se han multiplicado a partir de las discusiones sobre la posibilidad de establecer un impuesto al patrimonio neto, y han influenciado en la decisión de ciertos contribuyentes de anticipar planes de reorganización y traspaso”, explica.
El partner de Tax & Legal de HLB Surlatina, Alex Mansilla, señala que un hito relevante son las restricciones que estableció la ley para financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU), por ejemplo, al hacer tributar los seguros de vida con ahorro con el impuesto a las herencias y donaciones.
“Ante la incertidumbre que provoca una reforma tributaria, sobre todo una que expresamente buscará aumentar la carga tributaria de las personas más que las de las empresas, efectivamente consultas de este tipo se han hecho más recurrentes, así como también las solicitudes de evaluación de alternativas de reorganización de patrimonios familiares”, enfatiza.
El impuesto a los altos patrimonios podría estar motivando el análisis de figuras como ésta, pero es una opción que supone adelantar el pago de un impuesto y que siempre se refiere a rentas que ya han pagado su respectivo impuesto a la renta, «por lo que no estamos frente a una actuación que busque evitar el pago de un impuesto que ya es plenamente existente», recalca el socio de Mazars Chile, Felipe Yáñez.
Una postura similar tiene el socio de Moraga & Cía., Álvaro Moraga, ya que al estar en la tasa máxima dichas transacciones pagan un tributo de un 25%: «Esto tiene bastante fundamento, ya que efectivamente se avecina una propuesta de reforma tributaria para financiar un ambicioso plan de gobierno, en medio de una crisis internacional sin precedentes, y ad portas de un plebiscito».
En BLTA reconocen que han recibido mayores consultas, en especial para realizar ejercicios de simulación en cuanto a cuál sería el impuesto a pagar por las donaciones, calcular cómo sería si hubiera un testamento y determinar el impuesto de herencia que correspondería pagar en el futuro sin donación. “Asimismo, se nos ha consultado de las donaciones respecto a los fondos que se encuentran invertidos en el exterior y su tributación”, señala el socio de la firma, Rodrigo Benítez.
Vicente Furnaro, abogado-socio de Tax Defense, agrega que el “real interés” de adelantar operaciones se ha percibido principalmente desde el estallido social: “Esta necesidad se ha traducido en diseñar respuestas con distintos mecanismos jurídicos de protección de los patrimonios familiares, así como la regulación y administración de estos a través de herramientas de gobierno familiar, entre las cuales ha venido adquiriendo un rol creciente el uso de donaciones personales de distinto tipo”, ejemplifica.